Como muchos dueños, yo sufría por no poder controlar a mi mascota adorada en la calle, y es que Pildora hacía todo lo que se le daba la gana cuando saliamos.

Es ya conocido por muchos sufridos dueños que el perro siempre vaya adelante, jale y jale de la cadena arrastrando al dueño hacia el lugar deseado. Y ni que decir si ve algo de su interés! El paseante no tiene ni voz ni voto en la cuestión. El perro va a donde quiere ir.