LA EDAD DE LA IRA


"Permanecer en silencio y en la indiferencia
es el más grande de todos los pecados"

Elie Wiesel

Ira Rennert tiene 75 años, desde hace 12 años opera sus negocios en La
Oroya (Junín), pues es dueño del centro metalúrgico DOE RUN Perú que
compró por 120 millones de dólares.


Él es, para que lo sepan todos, una vergüenza nacional, sus
fundiciones arrojan al ecosistema 1000 toneladas diarias de azufre
(sangre en los pulmones), cadmio (osteoporosis), plomo (daño cerebral)
y arsénico (huecos estomacales). Él a diario bota 85 veces más
arsénico, 67 veces más azufre, 41 veces más cadmio, 13 veces más plomo
de lo permitido según estándares internacionales. Envenena a los 33
mil pobladores de La Oroya, de los cuales 18 mil son niños, vía aire,
agua, comida, todo lo que se toca. Ellos, sí, todos ellos están
contaminados, tienen, según los estudios, 70 microgramos de plomo por
decilitro de sangre en promedio, solo es saludable 10 microgramos,
según La Organización Mundial de la Salud.